Estamos en Castelo Branco, capital de la Beira Baixa, a unos 70 Km. de la frontera española (Cáceres) y próxima al Parque Natural del Tajo Internacional. Con una población de unas 56.000 personas (2011) pasa por tener un desarrolladísimo sector agroalimentario, con feria transfronteriza incluida. Destaca la potente industria quesera de alta calidad, que junto con la producción de cereza de la sierra de Gardunha, conocida como el Jerte portugués, genera altos ingresos a la región.

Sabrosos quesos de oveja DOP que se dejan madurar un mínimo de 40 días

El segundo polo económico de la región es la producción de componentes automovilísticos y la industria del frío, donde Castelo Branco es un referente nacional.

Su proximidad a la frontera, hace que participe con Cáceres y Plasencia en programas europeos y proyecto comunes, como el Parque Natural del Tajo Internacional, la Feria Internacional de Turismo Ornitológico (FIO), fiestas temáticas o en jornadas de desarrollo empresarial. Esta promoción conjunta, aparte de generar sinergias, tiene como objetivo dar a conocer las potencialidades y oportunidades turísticas de este territorio, que son muchas.

Castelo Branco está creciendo y refleja su dinamismo económico. Este desarrollo lo confirma la apertura de centros comerciales, con restaurantes, cines y tiendas con marcas conocidas como Zara, Natura, H&M y Calzedonia, etc…

El CCB (2013) , obra de Mateo Arquitectura, estudio español dirigido por Josep Lluís Mateo. Cortesía: Centro Portugal – Ayto Castelo Branco

Varios Museos junto con su enorme Centro de Cultura Contemporánea –síntoma de la modernidad-, un edificio de cuatro pisos donde organizan exposiciones de pintura, conciertos y eventos contribuyen a esa transformación, ofreciendo recursos culturales y sociales a la ciudad.

La inmensa plaza de Devesa es el centro neurálgico de la ciudad, con sus “docas secas” por sus animadas cafeterías y terrazas. Su centro histórico, tiene la medida justa para descubrirlo camino de tu destino final o bien como parte de un circuito por la zona.

Cruz de São João, crucero de caminos. Ejemplo de arquitectura religiosa manuelina realizado en granito. Cortesía: Centro Portugal – Ayto. Castelo Branco

Centro Medieval

Comenzamos la visita en la R do Presidente Sidonio Pais donde está el bonito edificio de principios de siglo del Banco de Portugal.

El sólido edificio del Banco de Portugal (1930) en la Praça Rei Dom José

De ahí a la R Pina donde verás la casa solariega de la familia Tavares Pessoa Amorim, con escudo en la puerta de entrada, próxima a la de los Cardosos, Barones de Castelo Novo, familia de «mayor nobleza» en la ciudad con su potente palacete barroco. La R do Relógio nos conduce a la Plaza Vieja (Plaça Camões) que es el núcleo medieval de la ciudad.

En esta plaza hay edificios importantes, y destaca el antiguo Ayuntamiento del siglo XVI de estilo manuelino (que fue prisión y palacio de justicia, y hoy Biblioteca Municipal). Su campana servía para avisar a los vecinos el cierre de las puertas de las murallas por la noche.

Blasón en granito sobre el dintel del palacio de los Cardoso. R do Arco do Bispo, 12

El escudo de Portugal y la esfera armilar en su fachada, nos recuerda la grandeza del reino luso en ultramar en la Era de los Descubrimientos.

Al lado está el antiguo el Granero Templario (s. XIII) de líneas muy sencillas, una casa palacio del siglo XVII (Solar dos Mota) y la antigua Casa del Obispo del s. XIII construido dentro del perímetro de la antigua ciudad (el arco era la antigua puerta de la muralla), y que era la residencia del obispo de Guarda el tiempo que estaba en la ciudad (después sería el Palacio Arzobispal).

Desde mediados del s. XIV, hay referencias de la existencia de una comunidad judía. Su judería, bien delimitada se situaba en torno a la R Nova y calles adyacentes. Tras la expulsión de los judíos en España, la ciudad aumentó su población en un 60%.

Tiene un destacado conjunto de vestigios en edificios como puertas adinteladas, arcos, ventanas y símbolos religiosos. Destaca una sinagoga que se supone, sin confirmación arqueológica, en R. Misericordia, 12 (puerta ojival similar a la sinagoga de Castelo Vide), otra puerta en R dos Peleteiros, 42, y un menorá (candelabro de 7 brazos) tallado en piedra en R D’Ega, 10.

Después del decreto de expulsión por Manuel I tras su matrimonio con la hija de los RRCC, Castelo Branco se convirtió en un importante centro de cristianos nuevos (algunos practicaban el cripto judaísmo). En la la Casa da Memoria Judía, puedes profundizar más en detalle cómo fue la historia de los judíos portugueses en esta región.

Castillo Templario

La Orden de los Templarios se estableció en Portugal en el siglo XII con el fin de ayudar a los primeros reyes portugueses en su lucha contra el Islam. Don Dinis, que consolida la independencia de Portugal del reino de León, permitió que permanecieran en Portugal tras la disolución de la Orden del Temple, reconvirtiéndose en la conocida Orden de los Caballeros de Cristo.

Resto de murallas y torres del Castillo Templario

Recibieron terrenos y castillos, contribuyendo además de una manera muy activa en la construcción y desarrollo de las ciudades allí donde se establecían. Queda poco de lo que debió ser la fortificación militar de Castelo Branco, pero si subes a una de las torres que quedan en pie, desde su belvedere (Mirador de São Gens) tendrás las mejores vistas de la ciudad, y verás las explanadas salpicadas de olivos de las Beiras, parecidas en grandeza a las alentejanas (de hecho, producen un rico aceite de oliva).

Jardín y Palacio Episcopal, hoy Museo Francisco Tavares Proença Júnior

El Palacio fue mandado construir en el siglo XV sobre un antiguo huerto y bosque de laureles por Nuno Noronha, obispo de Guarda como residencia de invierno de los prelados. Ya en el siglo XVIII el jardín, de trazado geométrico delineado a la moda de entonces, fue creado por iniciativa del obispo João de Mendonça. Se extiende por varios planos comunicados entre sí por macizos de boj, cascadas, paneles de azulejos, estatuas y escalinatas dobles.

Jardín que mezcla cristianismo y paganismo. Estatuas alusivas a: Las cuatro virtudes, los puntos cardinales, las tres virtudes teologales, los signos del zodiaco, las estaciones del años, etc. Cortesía: Centro Portugal – Ayto. Castelo Branco

 

Referencias alegóricas a la Muerte, Juicio Final, Infierno y Paraíso, tienen también cabida en el Jardín

 

Crearon un jardín resistentes a las olas de calor, con cinco fuentes y «juegos de agua». Cortesía: Centro Portugal – Ayto. Castelo Branco

Su originalidad radica en la densa población de estatuas de santos, apóstoles y reyes montando guardia a lo largo de unas balaustradas; donde por un lado los reyes portugueses tienen prestancia y altura; mientras que los españoles de los 60 años de dominio en tierra lusas y conocidos como los “Felipes” aparecen «capitidisminuidos y contrahechos”.

Rua Bartolomeu da Costa • Lu-Do 09:00-17:00(Verano hasta 19:00)

Dispuestos a modo de escalera, hay representaciones de los Apóstoles

 

Escalinata de los Reyes. Detalle del pequeño Rey Felipe II versus los grandes reyes portugueses

El Museo en el interior del Palacio Episcopal, alberga la colección arqueológica de Francisco Tavares Proença Júnior, tapices y mobiliario del antiguo Palacio, y las famosas colchas de seda de Castelo Brancopertenecientes a la colección particular de Ernesto de Vilhena (1876-1967).

Fachada manuelina del Palacio Episcopal

Fachada manuelina del Palacio Episcopal

Vilhena, Comandante de Marina y Presidente de la Compañía de Diamantes de Angola, fue el mayor coleccionista de arte en Portugal de la primera mitad del siglo XX.

Debido a su gran tamaño, las colchas se realizan en dos o tres paños separados y después unidos por diferentes puntos de costura. Cortesía: Oficina Turismo – Ayto. Castelo Branco

A su muerte, su faraónica colección fue desmembrada. 1.500 esculturas donadas al Estado por sus herederos pueden contemplarse hoy en el Museo Nacional de Arte Antiga (MNAA); el Museo Victoria & Albert de Londres adquirió sendas colchas junto con maravillosas piezas de arte eborario indo-portugués, y finalmente la Fundación Casa de Bragança adquirió mobiliario francés para decorar su Palacio Ducal de Vila Viçosa.

Largo Dr. José Dias Lopes –  Ma-Do 10-12.30 y 14-17.30

Las Colchas Bordadas de Castelo Branco

Sus orígenes se remontan al siglo XVI y son de inspiración oriental. La entrada de los portugueses en la India con “la ruta marítima de las especias”, trajo a Europa no solo las plantas aromáticas y medicinales, porcelanas, sedas y algodones indios sino que les sirvió para perfeccionarse en la fabricación de paños y confección de ropa.

El decorado con motivos vegetales como ramas y flores es muy colorido y tiene un valor estético y simbólico. Cortesía: Centro Portugal – Ayto. Castelo Branco

 

 

Realizadas en lino bordado con brillantes hilos de seda, las colchas bordadas alcanzaron su fama en el siglo XVIII.  Los temas igual que entonces suelen ser parejas de novios, corazones, motivos vegetales (peonias, claveles) y animales (pavos reales, pájaros bicéfalos), todo con su correspondiente simbología (amor, fertilidad, felicidad, virilidad), pertenecían al ajuar y se regalaban para la noche nupcial.

Se mantiene la misma temática un poco «naif», que inspiraron los motivos de las colchas de entonces. El gallo representa la virilidad

También realizan caminos de mesa, servilletas, individuales… cualquier lugar es bueno para bordar. En cuanto a los precios, varios factores justifican su precio: Calidad y acabado de la colcha, horas de trabajo, número de puntadas, la manipulación (cambios de hilos, colocación en bastidor) y cantidad de ornamentos.

Como dato, una colcha con un dibujo muy abigarrado y de infinidad de colores de unos 2.40 x 2.20 ronda los 30.000€. Pero, si se airean más los dibujos, el precio baja drásticamente. En cuanto a la obra menuda, unos sacos aromáticos cuestan entre 15-20€.

Cada motivo bordado posee un significado propio. Los claveles son una alegoría del hombre y las rosas de la mujer; los lirios representan la virginidad y la parejita de pájaros claramente es una pareja de novios

Dónde comprar:

  1. Museu Tavares Proença Júnior. Exposición y Venta – Largo Dr. José Dias Lopes – Tel: 272 344 277
  2. Associação de Bordados de Castelo Branco: Largo da Sé, Antigo Edifício dos CTT- Tel: 272 323 402- Móvil: 926 043 546
Mercadillo de Antigüedades

Las sabanas en el suelo plagadas de figuras, rarezas y fuentes de cerámica llenan la Avda. de Nuno Alvares, donde el tercer domingo de mes, se organiza un Mercadillo de Antigüedades.

Como siempre, lo mejor es ir temprano para que no te quiten tu pieza, o ir a última hora para que los precios sean más bajos. Todo vale en este ambiente, y todos los puestos están abiertos al regateo. Pero hay veces que no te hará falta, ya que los precios son muy manejables.

Aquí encontrarás algún mueble y piezas vintage capaces de resaltar cualquier estancia, mezclando diseño vintage con piezas actuales. Dedícale un rato y saldrás con un tesoro bajo el brazo.

Las cerezas de Fundão, el Jerte Portugués

A unos 50 Km. está Fundão en la sierra de Gardunha, conocida como el Jerte Portugués. Su cereza, va mucho más allá que la cereza como fruto; y aldeas como Alcongosta y Souta da Casa recogen deliciosas cerezas con alta demanda en el mercado. Es el caso de los bombones de cereza que hace el italiano Ferrero con sus famosos ”Mon Cheri”, que las compra por toneladas, los jabones artesanales de cereza de «Quinta da Porta» o los licores de cereza.

La Feria de la Cereza suele celebrarse en la primera semana de Junio ©Pedro Príncipe

Por supuesto, se organizan experiencias como paseos en globo, apadrinamiento de cerezos, workshops de “cosecha de la cereza”, etc… La cereza es un elemento clave en la economía local, y desde principios de Mayo con su conocida explosión de color, ofrece interesantes ofertas turísticas.

Y desde aquí enfilamos hacias las aldeas históricas portuguesas de fuerte sabor medieval.