Alcoutim en la serranía del Algarve, a escasos 30 minutos de la frontera de España…. Y sin embargo, mucha gente considera el Algarve un lugar solo de vacaciones en la playa, con sus puertos deportivos, restaurantes y playas repartidos por toda la región.

Hace poco, tuve la oportunidad de visitar el pequeño pueblo de Alcoutim, y nada tiene que ver con el sol y playa del Algarve que todos guardamos en la retina.

En muchas de las localidades próximas a la frontera española subsisten restos de la permanencia de los judíos en Portugal: desde la arquitectura al urbanismo del centro urbano, pasando por la toponimia de las calles.

Bañado por el Guadiana

Alcoutim, llamado por los árabes Alcatián, es una pequeña población rural del sureste de Portugal. Es el municipio más pequeño del país, a orillas del río Guadiana que por aquí discurre entre cerros, creando una frontera natural entre Portugal y España.

La carretera N122-2 que te lleva hasta aquí es estrecha con bastantes curvas y a veces sigues en paralelo el curso del río, por lo que las vistas son excepcionales.

El tamaño de Alcoutim quizás no refleje su importancia. Por su situación y su papel como puerto ribereño fue valioso para todos los pueblos invasores que la habitaron hasta el año 1240. El Guadiana ha sido el eje de la economía de todos ellos. Desde hace miles de años, la villa estuvo centrada en el comercio por vía fluvial de mercancías que llegaban a ambos lados del río.

Hoy es un pueblo de pequeños agricultores, pastores y comerciantes, que aún mantienen algunas viviendas con la arquitectura característica de esta región.

Alcoutim, pequeño pero histórico

Las raíces de Alcoutim se remontan a la cultura megalítica en torno al 4000 a.C. Desde aproximadamente el 2500 a.C. y hasta la época de los árabes, los yacimientos de cobre, hierro y manganeso atrajeron a fenicios, griegos y romanos para abrir minas. El mineral se fundía localmente y luego se transportaba por el río Guadiana hasta su destino final.

Por su posición estratégica en los límites del río Guadiana y del vecino reino de Castilla, el rey Dinis I le otorgó en 1304 fuero propio, pasando a la Orden Militar de Santiago, reforzando así sus estructuras defensivas.  

A finales del siglo XVII cuando su importancia política empezaba a mermar, Alcoutim adquirió una nueva reputación: la del contrabando desde Sanlúcar de Guadiana en la orilla española.

Durante la guerra civil española nuevamente el contrabando emerge con fuerza. Hombres y mujeres se jugaron la vida para poder sobrevivir del estraperlo del café, tabaco y azúcar, además de poner en contacto a personas a ambos lados de la frontera.

Su castillo vigilando el Guadiana

El castillo que domina el río Guadiana fue construido en el siglo XIV sobre una base árabe para defender la frontera frente al reino de Castilla. De hecho la fortaleza formaba parte de una franja periférica defensiva conocida como «La Raya», que se extendía entre Ayamonte y Galicia con el objetivo de defender la frontera lusa.

Durante la Guerra de Restauración contra España en 1640, los portugueses mejoraron sus defensas para adecuarlas a las técnicas de artillería del momento. Acabada la guerra en 1668, el castillo pierde su utilidad militar, siendo abandonado definitivamente a principios del siglo XIX.

Aquí disfrutas de las mejores vistas panorámicas de Alcoutim y de su vecino español, Sanlúcar de Guadiana. Desde aquí los soldados del castillo de Alcoutim miraban, vigilaban e intercambiaban cañonazos con los españoles del castillo de San Marcos.

En su interior el Núcleo Museológico de Arqueología muestra las ruinas de las murallas medievales del castillo, sus distintas fases constructivas a lo largo de su historia, así como otros objetos y una exposición sobre juegos de mesa islámicos.

Alcoutim y sus restos arqueológicos

Un paseo te conduce al descubrimiento de casas blancas y de la Iglesia de Misericordia. No te olvides bajar hasta la orilla del rio donde verás la capilla de San Antonio y su colección de arte sacro, junto con la Casa de los Condes de Alcoutim convertido en biblioteca municipal. Cuenta con dos restos arqueológicos de los primeros primeros pobladores de forma estable que habitaron aquí.

Conjunto megalítico de Lavajo

El conjunto de menhires de Lavajo está formado por tres monolitos. Es uno de los de mayores dimensiones conocidos en territorio portugués con una altura de 3,14m. Pertenecientes al Neolítico Final, se cree que pueden ser marcas de territorio y/o espacios sagrados.

Villa romana de Montinho das Laranjeiras

En diciembre de 1876 una importante y catastrófica lluvia provocó el desbordamiento de los rios Guadiana, Guadalquivir y Tajo causando serios perjuicios y muertes. Hasta tal punto llegó el agua a Alcoutim que su altura quedó grabada en una placa de mármol que existe en la fachada principal de la Iglesia de la Misericordia.

Las lluvias sacaron a la luz una villa romana, conocida como Montinho das Laranjeiras. El sitio arqueológico, ubicado junto al río, aproximadamente a 10 km al sur de Alcoutim, se encuentra entre los municipios de Laranjeiras y Montinho y tiene acceso por la carretera 507.

El sitio tuvo una extensa ocupación desde el siglo I a.C. hasta el siglo XI/XII d.C., a la vista de las ruinas de distintas épocas ahí encontradas:

• Parte rústica de época romana (espacio de agricultura y almacenamiento),

• Iglesia visigoda (lugar de culto en forma de cruz, réplica del mausoleo de Gala Placidia en Ravena

• Buyut islámico (edificios residenciales) se cree que servían como hospedaje para los comerciantes que navegaban por el río

• Piscina cubierta con mosaicos

• Algunas tumbas

¿Excursiones cerca de Alcoutim?

Entre 30-40 minutos de distancia desde Alcoutim existen cuatro localidades por descubrir con mucho encanto.

• Mértola: Famosa por su pasado musulmán: Castillo, murallas y callejuelas.

• Castro Marim: Conocida por la extracción de flor de sal de sus marismas. Importante observatorio de aves.

• Vila Real de Santo António: Muy cerca de España y buen sitio de compras.

• Tavira:  Preciosa ciudad de pescadores que conserva su carácter tradicional.