Los barrios de Mouraria y Graça se han unido por un funicular, inaugurado el pasado 12 Marzo, quince años después de que se iniciara su construcción.
Muy cercanos geográficamente pero alejados por las fuertes pendientes, Mouraria y Graça, dos de los barrios más tradicionales junto con Alfama, han quedado ya unidos.
El funicular que se planificó como una atracción turística, también servirá como un transporte urbano popular entre zonas céntricas con grandes desniveles.
Trayecto del Funicular
El Funicular realiza el recorrido desde la Rua dos Lagares, en pleno Mouraria, hasta el Mirador Sophia de Mello Breyner Andresen en honor a la poetisa, frente a la iglesia de Graça.
Se trata de un recorrido único, formado por raíles y con sólo dos puntos de parada al inicio de cada trayecto, con capacidad para transportar un máximo de 14 personas por viaje, en un tiempo aproximado de un minuto y medio. Está operativo desde las 09:00 y hasta las 21:00 horas.
Inicialmente, los viajes serán gratuitos y tras un tiempo prudencial serán de pago, excepto para los titulares del abono «Navegante» (que incluye todos los metros, tranvías, autobuses y ferries, así como los trenes que van a Cascáis y a Sintra).
Mouraria, cuna del Fado
Tras la conquista de Lisboa en 1147 por Afonso Henriques como rey y como conquistador en nombre de la Fe cristiana y que culminó con la toma del Castillo de San Jorge, los moros se instalaron en el barrio de Mouraria hasta que fueron expulsados junto a los judíos 350 años después.
Hoy ya no existen muchos vestigios de esa época, pero curiosamente es el barrio más multicultural lisboeta. Aquí se mezclan varias generaciones de familias portuguesas con inmigrantes chinos, bengalíes e indios, y donde abundan los bazares y restaurantes orientales.
A pesar de su multiculturalidad, es un barrio típicamente lisboeta conocido como la cuna del fado. Fue aquí donde María Severa, prostituta vecina del barrio, entonó sus primeras canciones. De hecho, la casa donde vivió se ha reconvertido en un centro cultural dedicado al fado.
Graça, fuera de los circuitos clásicos
El barrio de Graça que en el Medievo tenía pequeños huertos y viñas, está situado en la colina más alta de Lisboa. Entre los siglos XIX y XX acabó convirtiéndose en un barrio obrero tras la revolución industrial. Se construyeron conjuntos habitacionales para empleados y funcionarios conocidos como «vilas operarias», como Vila Estrela de Oro (1908), o Vila Berta (1902-1908).
Tras el terremoto de 1755 que asoló la Baixa Pombalina causando unos 90.000 muertos, Graça vio aumentar considerablemente su número de habitantes, residencias y palacetes.
En la actualidad, el Mirador de Graça es el punto más alto de la ciudad y ofrece unas vistas privilegiadas de Lisboa. Su nombre se debe a la capilla en honor de la Virgen en la misma esplanada. Es un lugar muy visitado por las mujeres embarazadas, ya que según la tradición su Virgen asegura que los partos sean sin dolor.