Seguimos en el Parque Natural de la Serra da Arrábida camino de la villa marinera de Sesimbra. Atrás hemos dejado los limites septentrionales con sus pequeñas aldeas dedicadas a la elaboración del vino para llegar hasta este conocido pueblo marinero por la N379, conocida como la «Estrada de Escarpa«, una carretera panorámica que une Setúbal con Sesimbra.
Su castillo árabe, clasificado como monumento nacional, domina esta localidad desde lo alto. A la fortaleza, restaurada en el siglo XVIII, se le añadió una iglesia y un pequeño cementerio dentro del recinto. El templo, de estilo barroco y fachada exterior muy sencilla, tiene un interior sorprendente con sus paredes recubiertas de azulejos blancos y azules.
Un camino de ronda a más de 200 metros sobre el nivel del mar ofrece unas curiosas vistas del entorno: Molinos de viento en las crestas de las colinas vecinas y una carretera empinada que llega hasta Sesimbra, resguardada por una bahía orientada al sur y protegida de los vientos.
Por su cercanía a Lisboa, Sesimbra se ha convertido desde los años 70 en un destino popular de vacaciones. Al ser una localidad volcada al mar, en cuanto empieza a hacer buen tiempo y sobre todo en verano es un punto de encuentro para personas que disfrutan de un pequeño puerto pesquero lleno de sabor y de tradición marinera.
Muchos llegan aquí por el buen clima y la belleza y el privilegio de sus playas. Hay cafés y restaurantes que se llenan de visitantes, sobre todo los fines de semana, al ser una «excursión de día» perfecta en cualquier época del año. Y aunque se ha edificado mucho en las colinas circundantes, el turismo está muy esponjado y no resulta agobiante.
Orígenes de Sesimbra
Evidencias arqueológicas en grutas próximas a la costa indican que Sesimbra fue habitada ya desde el
Paleolítico. Por su riqueza marina fue muy codiciada ya por los romanos en el IIA C, por los bárbaros en
el siglo V y finalmente los árabes, que en siglo XIII fundaron aldea y castillo en lo alto de la colina. A finales del siglo XIX, al igual que Setúbal, Sesimbra vivió un proceso de renovación por el desarrollo de la industria conservera y la creación de infraestructuras de construcción naval.
Sesimbra vive del mar
Hoy la pesca sigue siendo el principal motor económico junto con el filón del turismo atraído por su
riqueza natural y sus playas, perfectas para la práctica de deportes acuáticos o un simple «tumboning»,
sin olvidar una deliciosa gastronomía local basada en pescado y marisco, sin despreciar la carne.
Los pescadores amarran sus coloridas barcas en el Porto do Abrigo, el viejo puerto al oeste. Puedes ir
paseando por la Avda. dos Náufragos que bordea la playa y disfrutar de la esencia marinera de Sesimbra.
Al caer la tarde se celebra la subasta de pescado en la lonja, conforme los barcos van arribando tras
faenar en el mar y van descargando su preciosa carga.
Paseo por el casco histórico
El centro histórico aún mantiene el encanto de un pueblo de pescadores con sus calles empinadas que a
menudo terminan en escaleras o se abren a floridas placetas de jacarandas que dan un poco de sombra a
las casas revestidas de azulejos. Comenzamos el recorrido con una visita a la iglesia matriz de S. Tiago,
mandada construir por la Orden de Santiago, para pasar por la la Rua da Esperança, Fé, Caridad y
Antero de Quental que desembocan en el Largo da Marinha, donde antes se reunían los pescadores y celebraban las subastas de pescado.
A continuación visitamos la Capela y Hospital do Espírito Santo dos Mareantes. Construida en el siglo
XV por el gremio de marineros y pescadores, funcionó inicialmente como capilla y hospital. En 1755, el
terremoto de Lisboa provocó importantes daños al edificio, que permaneció cerrado hasta fechas
recientes. Durante la restauración y excavaciones en los 80, se encontraron dibujos de barcos realizados
por marineros convalecientes que ilustran batallas contra ingleses y moros. En la actualidad, acoge un
pequeño museo de arte sacro.
La Fortaleza de Santiago fue construida en 1652, una época en que el peligro llegaba del mar y las
fronteras marítimas tenían que ser defendidas de los piratas. Hoy este edificio es un gran contenedor
cultural donde de forma regular se organizan exposiciones, charlas y recepciones. El Museo de Sesimbra está instalado en una de sus alas. Las calles próximas están llenas de tiendas de recuerdos, cafés acogedores y restaurantes tradicionales portuguesas, donde lo que impera son los pescados, mariscos y arroces.
Dónde comer
Sesimbra respira mar y pescado fresco por cada esquina. No en vano, conserva tradiciones como la de curar el pescado al aire, una manera de hacer que inventaron los marineros en épocas pasadas. Esta es una estampa muy característica de localidades pesqueras, así que si te das un paseo por sus calles mas típicas, es posible que veas algún pez o pulpo secándose en las ventanas.
Ningún visitante debería marcharse de Sesimbra sin detenerse en alguno de los restaurantes del paseo marítimo como «O Batel», «O Zagaia» o el popular “Lobo do Mar” en el puerto viejo, que sirven las capturas del día, como sardinas, choco frito, sabroso marisco y el pez espada/sable negro, la especialidad local. No está de más recordar que en Portugal «peixe espada» es el «sable negro», y que si queremos pedir pez espada como en España hay que pedir «espadarte». Mientras paseábamos, encontramos un restaurante llamado «O Velho e o Mar», que ofrecía buena comida local en un lugar relajado con vistas al mar.
Las especialidades de la casa son la cataplana de marisco, el arroz de langosta o las ostras del estuario del río Sado. Comer mal aquí, es realmente imposible. El propietario, un antiguo pescador que dejó las redes en 2005, dirige eficazmente este local que respira mar por los cuatros costados.
Experiencias en Sesimba
Sesimbra ofrece una variedad de actividades para todos los gustos. Las actividades más solicitadas son los tours en kayak, explorar la costa, buceo, avistamiento de delfines, visitar el cabo Espichel o hacer senderismo por la Serra da Arrábida.
El Parque Marino Luis Saldanha es una de las joyas naturales de Portugal, y visitarlo sea posiblemente la actividad más solicitada por los amantes de la naturaleza y el mar. Reserva marítima desde 1998, se extiende a lo largo de 38 km y alberga una increíble biodiversidad. Con Vertente Natural puedes explorarlo en canoa, admirando los acantilados desde el mar (sobre todo el cabo de Arles de 300 metros de altura), descubriendo cuevas, playas desiertas y calas ocultas. Un guía experto te muestra la vida marina y los secretos costeros. (Porto do Abrigo, Sesimbra – Tel. 351 210 848 919)
Sus magnificas playas
La costa de Sesimbra es famosa por la cantidad y calidad de sus playas. La playa do Ouro y la de California se encuentran en el mismo centro del municipio. Son las que más suelen llenarse durante los meses de verano, y cuentan con unas buenas instalaciones.
Hay otra serie de playas en su mayoría salvajes, conocidas por su belleza natural y por la dificultad de su acceso por senderos montañosos de arena; donde en muchos casos es preferible ir con bastones y zapatillas de senderismo. Es un litoral espectacular que si puedes, es mejor descubrirlas desde la costa.
Belleza costera de Sesimbra de aguas cristalinas, que conserva una naturaleza casi salvaje con sus altos acantilados y cuevas marinas dispuestas a lo largo del litoral
El paseo en barco te llevará a descubrir las mejores playas de la zona, cuyas calas de aguas cristalinas te dejarán sin palabras ,hasta llegar a las famosas playas de Ribeiro do Cavalo, Baleeira, Inferno, Vale de Covo, Cramesines y Cova da Mijona, sin duda las joyas de la costa del Parque.
Dónde dormir
La oferta de alojamiento en Sesimbra es variada, aunque puede ser más limitada que en destinos turísticos más grandes. Hay varios hoteles de 3 y 4 estrellas con vistas al mar, apartamentos turísticos, alquileres vacacionales y un camping para quien prefiera esta opción.
Como novedad, destacar el Sesimbra Oceanfront Hotel de 5 estrellas, recientemente inaugurado en Agosto 2024, que promete una experiencia de alojamiento premium en el corazón de Sesimbra. Con su diseño contemporáneo y vistas panorámicas al Atlántico, cuenta con modernas instalaciones, que incluyen spa, piscina infinita y restaurante gourmet, combinando el confort moderno con la belleza natural del entorno costero.
Souvenirs gastronómicos para llevarte a casa
Olvídate de los imanes de nevera, los llaveros y de las camisetas. Si quieres llevar un buen recuerdo de tus vacaciones, para ti o para regalar, nada mejor que algo de comer o de beber. De Sesimbra lo suyo es llevarse recuerdos relacionados con el mar, creo yo.
Las latas de sardinas se han convertido en un habitual recuerdo turístico. El envoltorio es un alarde de sofisticación y el contenido es un ejercicio de artesanía 100% manual. Las encuentras en la Fortaleza de Santiago.
Y no te puedes ir de Sesimbra sin probar la Farinha Torrada. De tradición familiar está asociada a la actividad pesquera. Los pescadores la consumían porque aguantaba mucho tiempo en buenas condiciones, y hay quien la considera la «barrita energética» de los hombres del mar. Está hecha a base de harina, chocolate, azúcar, limón y canela. (Pastelería A Camponesa, Largo Eusébio Leão, 4.-Sesimbra)
Que buen blog! De los mejores que he leído sobre la maravilla de sitio que es Setúbal! Fotos preciosas y cuánto gusto tienes!!! Enhorabuena por tanto conocimiento 👍🏽
Me alegro que te haya gustado y por seguirme. Espero que puedas visitarlo en breve!