Un recorrido de toma de contacto por Lisboa para familiarizarse con algunos de los puntos más pintorescos de Lisboa, siempre es interesante. Este paseo que propongo lo puedes hacer a pie sin problema: Son 2.5 Km. que puedes realizar en 2 horas yendo tranquilo, haciendo fotos, viendo los edificios y curioseando los escaparates. Aunque lo puede realizar al revés, creo que es más interesante recorrerlo cuesta abajo…
Empezamos en la Plaza das Amoreiras
Desde la corte de José I en Lisboa, el Marqués de Pombal como primer ministro intentó fortalecer las manufacturas nacionales y superar la dependencia económica del extranjero. En la colina de Amoreiras levantó fábricas dedicadas a crear objetos de lujo y de consumo. La Casa Real, la Iglesia, la nobleza y la burguesía se convirtieron en clientes habituales de tejidos de seda, peines de nácar, relojes, barajas de cartas y loza.
En esta plaza histórica del siglo XVIII, el marqués plantó aquí 330 moreras esenciales para crear productos suntuosos derivados de la seda. Alrededor mandó construir casas de estructura pombalina construidas para alojamiento de los empleados y aprendices que trabajaban en el hilado de la seda.
Rodeado por dos museos, el Arpad Szenes-Vieira da Silva y el Museo del Agua, la plaza es hoy un punto de referencia favorito entre los residentes por su exclusiva ubicación, donde siglos de historia, cultura y arquitectura se fusionan.
Acueducto para distribuir agua a Lisboa
Desde el parque se entra a la Mãe d’Agua (el depósito Madre del Agua) y al arco final del Acueducto de las Aguas Libres, construido en el siglo XVIII. Aquí se controlaba el caudal de agua que partía hacia chafarizes (fuentes), fábricas, conventos y casas de nobles. Esto explica que se crearan industrias en la proximidad como las fábricas en Amoreiras y la de loza en la plaza de Rato.
Las callecitas traseras de esta poco concurrida plaza, nos alegran la retina con ejemplos de bonitos “hotelitos” de siglos pasados, que hoy son alojamientos con encanto o restaurantes y bares “fashion”.
«Procopio«, que presume de ser el cóctel wine bar más antiguo de Lisboa (1972), se encuentra escondido entre estas calles. Para pasar debes tocar una campanilla y entrarás en un amoroso local decorado a modo de “bistrot parisiense”. La música que suena va del jazz a los blues, pasando por la bossa nova. Te esperan cerca de 50 tipos de cócteles!
De Rato nos adentramos en Príncipe Real
Siguiendo con el paseo llegamos al Largo de Rato donde tras el terremoto de 1755, se levantó en esta colina un asentamiento en el que malvivían más de 5.000 personas, huyendo de los barrios próximos al Tajo que habían desaparecido. Pombal reconstruyó la ciudad y planificó urbanísticamente estos terrenos creando un nuevo barrio.
Llama la atención el bonito palacio de la plaza, sede del Partido Socialista Portugués, que en otros tiempos fue el palacete de los Marqueses de Viana y antes un convento. Hoy solo funciona la iglesia que pertenecía al convento.
Si no lo conoces, escondido entre tiendas de barrio se encuentra “Casa de Chá Santa Isabel”. El local regentado por unas antiguas monjas Vicentinas está primorosamente decorado con colorido mobiliario en colores pasteles rosa y azul, cuadros naif y recuerdos religiosos aquí y allá.
Las «Vicentinas» como se las conoce, tienen la virtud de ofrecer en un ambiente muy cosy el clásico té de las cinco y otras infusiones, acompañado por los clásicos scones ingleses y bolos caseros (bizcochos). A mediodía suelen servir algunos platos a precios simbólicos.
Príncipe Real, de los mejores barrios para pasear
Nos adentramos en el Barrio del Príncipe Real por la Avda. de Rua Escola Politécnica, su arteria principal. Junto con sus calles aledañas tienen una oferta de shopping muy amplia. Debes curiosear en sus pequeños brocantes, anticuarios como «Art Now» o en sus tiendas bien surtidas de moda, accesorios y piezas para la casa como “Maison Decor” y “What Else”.
Clasificado como bien de interés público, el palacete Palmela (hoy Fiscalía General del Estado) cuenta con salones en estuco y pan de oro, y salitas con increíbles trampantojos para crear ilusionismo espacial, conservando cuadros y esculturas de época, porcelanas, esmaltes de Limoges y un pabellón escultórico en el jardín. Puede ser visitado previa cita.
Cruzamos la Plaza de São Mamede con su simpático alojamiento del mismo nombre, el «Antigo Colegio de Nobles«, institución preuniversitaria del siglo XVIII como formación inicial de los jóvenes nobles. Fue suprimido en 1837 con la implantación del régimen liberal, transformándose en Facultad de Ciencias de la Universidad de Lisboa.
El atractivo barrio del Príncipe Real
Merece una visita su Jardín Botánico diseñado para apoyar la enseñanza de la Botánica y Principios de Agricultura. Las plantas fueron recolectadas de cada lugar del mundo bajo administración portuguesa. Es tranquilo y silencioso a pesar de encontrarse en el centro de la ciudad, y en los días de calor un rincón refrescante gracias a sus estanques, sus especies tropicales y los grandes árboles de sombra, que producen microclimas especiales.
Frente a él y para disfrutar de una paradita, nada mejor que la emblemática cafetería “Cister”, que puede presumir de ser “una confitería de toda la vida” (1828). El escritor realista Eça de Queiroz, hombre de rutinas, desayunaba siempre aquí y realizaba el mismo recorrido: Deambulaba por Príncipe Real y paraba en el jardincillo de São Pedro de Alcântara para acabar por la Baixa.
El jardín del Príncipe Real tiene una hermosa vegetación. Destaca su viejo y enorme cedro, podado a modo de sombrilla gigante y que da una sombra excelente. Su quiosco tiene mucha demanda a última hora de la tarde.
Interesante zona de shopping
Aquí se celebran los Mercadillo de Productos Biológicos y otro de Antigüedades, el último sábado del mes y el lunes siguiente. Diseñado en 1860 como barrio residencial, la plaza aún mantiene ese aire de opulencia.
Llama la atención “Embaixada” un antiguo palacete neo-árabe de 1877, el Ribeiro da Cunha, convertido en concept store. Cada espacio es un rincón mágico con sus techos de escayola, lámparas doradas de araña y ascensor de época. Un buen lugar donde encontrarlo todo, desde prendas de diseño, a artículos de moda y belleza, muebles vintage y caprichos, muchos caprichos… No querrás salir en horas.
No te pierdas el exótico Pavilhão Chinês
En tu deambular por la Rua Dom Pedro V, déjate caer en “El Pavilhão Chinês”, un mítico bar, casi un mini museo diría yo. Está decorado con piezas de arte y mobiliario de los siglos XVIII al XX. Su atmósfera romántica y decoración te traslada a épocas pasadas. Tienen un amplio catálogo de tés y cócteles. Y en cuanto a restaurantes, en el Bairro Alto se reúnen los restaurantes más in de Lisboa.
Llegamos al Mirador de Sao Pedro de Alcantâra, un lugar tranquilo con una privilegiada terraza, desde donde podrás disfrutar del skyline al otro lado de la Baixa: El castillo de San Jorge rodeado de árboles en una colina y los barrios que la rodean: Alfama, São Vicente, Graça. De aquí sale el elevador de Glória, si quieres llegar a la Praça de Restauradores sin descolocarte un pelo.
No dejes de entrar en la Iglesia de São Roque, con sus opulentos mosaicos y piedras semipreciosas que adornan la Capilla de São João. Anexado, el Museo de Arte Sacra con la colección de objetos religiosos y tesoros de la vecina iglesia.
Para acabar en el Chiado
Bajando llegas finalmente a la Praça Luis de de Camões, conocida como Largo Camões con un monumento construido en honor al poeta. Bulliciosa, siempre abarrotada de artistas callejeros, grupo de turistas y concentraciones de todo tipo. Estás en Chiado, barrio bisagra entre la Baixa y Barrio Alto, pero sin duda uno de los barrios con más movimiento de Lisboa.
Es un área de cafés tradicionales como el archiconocido «A Brasileira», café literario que frecuentaba Pessoa, y también donde están la mayoría de teatros de la ciudad: El Teatro Municipal de São Luis, con una variada programación, el Teatro da Trindade y la Ópera en el Teatro São Carlos.
También es una de mejores zonas para ir de compras. Elegantes comercios de marcas internacionales, pasando por tiendas remodeladas en clave moderna pero manteniendo sus raíces tradicionales. Un entramado de empinadas cuestas donde se esconden mil y una tiendas (desde centenarias a multi espacios).
Tiendas interesantes son “A Vida Portuguesa” que te acerca las marcas portuguesas con solera y que es un resumen la esencia del país, y “Ceramica na Linha”, con una variada y preciosa oferta en loza. Un sueño, y donde su principal reclamo es que compras al peso.
¡Disfruta de tu paseo!
Direcciones de interés
- «Casa Amora» Rua de João Penha, 13 – T. (+351) 211923234 reservas@casaamora.com
- «Procopio»: Alto de São Francisco, 21 – Horario: 18h00-02h00 / Sábado: a partir 21h00 / Domingo cerrado.
- «Casa de Chá Santa Isabel»: Rua de São Bento, 700
- «What Else»: Rua da Escola Politécnica, 219
- «Maison Decor»: Rua Nova de São Mamede, 30
- «ART Now»: Rua Nova de São Mamede, 28
- Jardín Botánico: Rua da Escola Politécnica, 56/58 – Horario: Octubre a Marzo: 9h00-17h00 y Abril a Septiembre: 09h00-20h00 – Precio: 3€
- «Confeitaria Cister»: Rua da Escola Politécnica, 101-107
- «Pavilhão Chinês»: Rua Dom Pedro V, 89 – Horario: 18h00-02h00 / Domingo 21h00-022h00
- «A Vida Portuguesa»: Rua Anchieta, 11 – Horario: Lunes a Domingo: 10h00-20h00
- «Ceramica na Linha»: Rua Capelo 16 – Lunes a sábado 10h00-20h00 / Domingo: 12h00-20h00
Apreciada Berta, no sé si conoces en Lisboa el Museo Nacional del Azulejo. Aunque hace bastante tiempo que la visité, me sorprendió gratamente así como otros museos y lugares. Comentarte, además, que soy un fiel seguidor de los dulces conventuales. Ignoro si conoces algunos conventos que lo elaboran. Si es así, nada que objetar, si no, sería interesante descubrirlos y añadirlos a tu blog.
Un nuevo saludo.
Es uno de mis Museos favoritos, sobre todo en sus orígenes con la escuela sevillana como maestra. Saludos!