Monsaraz es un pequeño pueblo, marcadamente agrícola, situado en la planicie alentejana y a tan solo 30 Km. de suelo español.
Pero además, realmente Monsaraz es sinónimo de escapada y evasión, uno de esos lugares para desconectar y olvidar el stress diario. Su proximidad a España, su paisaje, su gastronomía y su entorno hacen de este lugar una apuesta segura para un viaje de fin de semana.
Sin duda alguna es uno de los pueblos más bellos de Portugal. Preservada milagrosamente del crecimiento moderno, con sus puertas ojivales, sus escudos de armas, y balcones de hierro forjado, es indispensable en cualquier visita al Alentejo. El encanto de esta villa medieval, es su homogeneidad arquitectónica y la notable conservación de su arquitectura y sus edificios históricos, pero también por la armonía entre la oscura piedra del suelo y la cal de las paredes, de un blanco nuclear.
Debido a su privilegiado emplazamiento, esta “vila velha” asentada sobre la cima de un cerro, siempre estuvo ocupada por diversos pueblos desde sus orígenes prehistóricos.
Su primitiva ocupación sería probablemente un castro fortificado, y más tarde romanizada. Los restos hallados en las murallas (s. VIII), atestiguan una invasión musulmana. Reconquistada más tarde por los cristianos, fue entregada a los Templarios como agradecimiento por su ayuda, para que se encargaran de su defensa y repoblación.
Entramos en la ciudad atravesando el arco de medio punto de la “Porta da Vila”, una de las cuatro puertas de acceso a la villa medieval, con una torre campanario a un lado y desde donde disfrutar de un enclave que te permitirá hacer fotos de las espléndidas vistas que la rodean.
Como curiosidad, para comprobar las medidas de los géneros vendidos en los mercados medievales, se grabaron en la jamba izquierda de la puerta de acceso, la “vara” (1,10 m) y el “côvado” (66 cm). Esta entrada da acceso a calles empedradas, empinadas, llenas de vueltas y de encanto, donde te cautiva el silencio y la tranquilidad del lugar.
La Plaza Vieja, en el corazón del pueblo, la circundan construcciones antiguas y desiguales de un blanco reluciente. Tiene mucho encanto su picota coronada con una esfera del universo, su actual Ayuntamiento y sus dos iglesias.
Una, la Iglesia de Misericordia con un bello retablo del s XVI y la otra, la Iglesia matriz, Ntra. Sra. de Lagoa, ocupa un lugar privilegiado. La construcción actual data del s XVI y ocupa el solar que dejó la primitiva iglesia del s XIII. El espacio interior, de planta prácticamente cuadrada está dividido en tres naves, presidido por un altar dorado con esculturas de S. Agustín y Sta. Mónica. A un lado reposa el túmulo en mármol de Estremoz de Gomes Martins, caballero templario y valido del rey D. Dinis, ejemplar de arte funerario.
A la izquierda de la Iglesia matriz está la antigua sede del Paço de Audiências. Como consecuencia del desarrollo administrativo y económico de la villa, durante la Edad Media y Renacimiento funcionó como sala de audiencia, tribunal y cárcel. Aquí se ha instalado el Museo de Arte Sacro, cuya exposición permanente comprende esculturas, imágenes relicarios y documentos históricos del concejo de Monsaraz. En el interior, el propio edificio blanco del s XIV, es una visita muy recomendable
El grueso de los pequeños hoteles boutique están localizados en esta zona de calles tranquilas para que tengas unas noches placenteras.
El paseo termina en la Torre del Homenaje del siglo XIII al final del pueblo, de una curiosa planta pentagonal y rematada con almenas, que desempeñó un papel estratégico como centinela del Guadiana, vigilando la frontera española. Formaba parte de una red de fortalezas para la defensa de la región. Los baluartes del siglo XVII completan las impresionantes defensas erigidas en el contexto de la Guerra de la Restauración. Desde sus murallas, puede divisarse a la distancia el castillo de Mourão al otro lado del embalse. En la actualidad, su patio de armas suele utilizarse para suelta de vaquillas.
No puedo escribir este post sin mencionar la tienda de Mizette Nielsen y su Fábrica Alentejana de Lanifícios (R. Celeiro, próxima a la entrada principal – T 351 266 179) que fabrica mantas, alfombras y otras prendas artesanales de lana de altísima calidad. Literalmente, me encantan.
En sus orígenes la Fábrica, fundada a principios del siglo XIX tejía capotes y mantas de lana de oveja, blanca y negra. En esos tiempos los pastores para impermeabilizar las mantas que usaban para protegerse del frío, las engrasaban con una fina capa de aceite (el equivalente en la actualidad a la cera que la inglesa «Barbour» utiliza para preservar sus conocidas prendas de caza).
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Hoy, Mizette, una emprendedora holandesa afincada en Monsaraz desde hace más de 40 años, emplea los mismos telares semi-manuales de madera de entonces, los mismos patrones y sus colores, como el marrón, el rojo, el naranja y el amarillo, están estrechamente relacionados con el campo alentejano.
Verás muchas alfombras y mantas que personaliza variando medidas, patrones y colores según las necesidades del cliente. Continuamente llegan interioristas a este taller y gente del mundo de la moda, como el diseñador japonés Kenzo, por sus magníficas combinaciones en busca de piezas especiales y soluciones creativas. Este año Mizette se pasó por «Fitur», la feria del turismo y en el Stand de Portugal, expuso por primera vez una pequeña representación de sus queridas alfombras.
A la vuelta está “Casa Tial”, una tienda de productos portugueses (artesanía, comida, vino) dirigida eficazmente por una pareja de franceses, todo primorosamente expuesto, ¡donde te llevarías de todo y por su orden!
Un poco de todo por los alrededores
Artesanía.- Por su cerámica local es muy conocido el pueblo de Sao Pedro do Corval, rico en arcillas rojas. Existe desde la dominación romana y árabe y pasa por ser el primer centro alfarero del país. Junto con Salvatierra de Barros (Badajoz), llevan dos décadas alternándose por primavera en la celebración de la “Feria Ibérica de Alfarería y del Barro, FIOBAR”, evento transfronterizo con el objeto de poner en valor la alfarería, mostrando su valor artesanal y artístico.
Entre la variedad de piezas producidas encuentras de todo un poco: Platos, fuentes, jarras, …. Las tiendas están instaladas a lo largo de la R Primavera, donde que podrás comprar alguna pieza, o ver a los alfareros en plena acción trajinando en el horno. No tiene pérdida.
Megalitismo.- Entre olivares y campos, los alrededores están salpicados de monumentos megalíticos como los menhires de Outeiro, que sugieren ritos de fertilidad (5,6m de alto), Bolhão (con extrañas inscripciones), y el centro ceremonial Crómlech de Xerez, (un menhir con un grupo de piedras menores) que junto con los restos existentes en los distritos de Évora y Portalegre, hacen del Alentejo una región muy interesante para todos los amantes de este tipo de monumentos.
Gastronomía.- En los últimos años, el Alentejo ha experimentado un gran proceso de industrialización. Grandes grupos, y otros profesionales de la mano de los mejores enólogos se han dedicado a producir vinos de alta calidad. «Herdade do Esporão«, es un ejemplo de ello, donde aparte de comprar soberbios vinos y aceite (DOP Moura), tiene un bonito restaurante con vistas a sus interminables viñas. Absolutamente recomendable para todos los amantes de la buena mesa y del buen vino.
La zona es rica gastronómicamente hablando, motivo que le ha llevado a conservar, desarrollar y potenciar ciertos productos como sus aceites (junto con sus aceitunas machacadas y bien aderezadas), chacinas, rotundos quesos semi-curados o atortados y su repostería de influencia musulmana .
Su gastronomía se caracteriza por sus orígenes humildes y robustos. El pan, el cerdo y el aceite son la base de la cocina, que perfuman con hierbas del campo.
Así tenemos el ensopado de borrego o la açorda alentejana (sopa de pan empapada con un huevo escalfado en caldo caliente con huevo y cilantro). Sin olvidar, los contundentes platos de caza de conejo, liebre, perdiz o jabalí. .
Acompañado de los afrutados y aromáticos vinos, cada vez más apreciados internacionalmente, este guiso tradicional forma parte de la base de la gastronomÌa de esta región.
El Lago / Naturaleza.- Para finalizar, el lago de Alqueva es una estupenda opción para descubrir la fauna y flora autóctona. Infinidad de caminos y circuitos permiten realizar paseos a pie o en bicicleta.
Para desarrollar el Alentejo y que sus habitantes tuvieran agua para el riegos de los cultivos, se construyó la presa de Alqueva (proyecto que tardó 26 años en completarse). Así nació uno de los lagos artificiales mayores de Europa: 250 km. cuadrados que se extienden sobre más de 80 km., en un territorio con un cálido clima mediterráneo. Hace poco han habilitado una playa fluvial y dispone de muelles de apoyo para deportes náuticos como la vela, ski, piragua, kayak e incluso atraque de barcos, que funcionan como lugar de embarque para paseos turísticos.
Más información en Sem Fim Restaurante & Barco Turístico cuya travesía turística te permitirá recorrer el lago. Está a 2 km al norte de Monsaraz (Rua das Flores, 6A, Telheiro – Tel. +351 96 265 37 11). Antiguamente funcionó como un lagar de aceite. Hoy remodelado, mantiene parte de los instrumentos utilizados en el proceso de elaboración. Una galería de arte anexa completa el espacio.