¿Buscas un destino que combine patrimonio, naturaleza impresionante, estupendas playas, una
gastronomía rica en pescado fresco, marisco y enoturismo? Entonces Setúbal, una joya costera a
solo 50 km. de Lisboa, es tu próxima parada obligatoria en Portugal.
Setúbal cuenta con una ubicación privilegiada, con un estratégico emplazamiento entre el estuario del rio Sado y la sierra de la Arrabida. Esta antigua villa pesquera ha conservado su encanto marinero mientras se ha ido transformado en un destino turístico moderno y acogedor, ofreciendo un paisaje espectacular que combina mar y montaña.
Destacado papel industrial
Es una ciudad industrial con actividades diversas que incluyen metalurgia y siderurgia, automoción, papel, química, alimentación, textiles, astilleros y construcción naval. Su ubicación estratégica cerca de Lisboa a la que muchos de sus residentes van a trabajar cada mañana (los «pendulares») y su puerto, han sido clave para el desarrollo de su economía industrial. Es el tercero más grande de Portugal continental tras Lisboa y Oporto, con un importante puerto pesquero, uno de recreo y otro comercial.
El centro histórico invita a perderse entre sus calles empedradas, donde una rica herencia cultural que se remonta a la época romana, antiguas iglesias y edificios señoriales cuentan la historia de su próspero pasado. Entre la ancha Av. Luisa Todi, la Praça Almirante Reis y la Iglesia de Santa Maria, el barrio antiguo de calles estrechas, en gran parte peatonales, ha conservado su carácter pintoresco y reúne algunos monumentos interesantes.
La Iglesia y Convento de Jesús
Es el tesoro arquitectónico de la ciudad con mayúsculas construido en 1494, y está considerado el edificio más antiguo con motivos manuelinos. En su interior, las columnas retorcidas y nervaduras en forma de cuerdas marítimas representan simbólicamente la era de los descubrimientos portugueses, especialmente durante el reinado de D. Manuel. El museo de arte sacro aloja una buena colección de arte flamenco y portugués de los siglos XV y XVI. Tanto por su historia, como por su arquitectura merece una visita.
Setúbal Gastro: El Mercado do Livramento, parada obligada
La gastronomía setubalense es otro de sus grandes tesoros. La ciudad es famosa por sus mariscos y pescados frescos, siendo especialmente reconocida por sus sardinas, choco frito (sepia frita) y ostras. Los restaurantes locales, muchos con vistas al puerto como «Casa do Mar», ofrecen deliciosos platos acompañados de los vinos de la región.
El Mercado considerado uno de los mercados más bonitos e importantes de Portugal, deslumbra con sus azulejos históricos (que representan escenas marítimas, reflejando la conexión de Setúbal con las tradiciones pesqueras), y un exterior art decó. Destaca la frescura y calidad de sus productos locales, con sus puestos de productos de la región -especialmente de pescado-, sus bares y la mezcla de sonidos, olores y sabores.
Tradición conservera
La industria conservera portuguesa tiene una larga tradición y aún hoy es conocida en todo el mundo. Su importancia creció durante las dos Guerras Mundiales, cuando desempeñó un papel crucial en el suministro de alimentos a las tropas. La creación de las primeras fabricas de conservas en 1854 representó un hito en su industrialización. Algunas de las chimeneas de las 140 fábricas que aquí operaron quedan aun en pie (Avda. Amalia Rodrigues, 11). El Museo del Trabajo Michel Giacometti ofrece una visión muy interesante de la industria conservera como motor económico de la ciudad.
El Barrio de Troino, situado en la zona ribereña de Setúbal, creció como barrio de pescadores y trabajadores marítimos (muchos venidos de Aveiro y el Algarve), que se caracterizaba por calles empedradas, casas sencillas de arquitectura popular con fachadas coloridas y tabernas.
Lentamente, el barrio ha experimentado una lenta transformación hacia la gentrificación. Muchas viviendas tradicionales han sido rehabilitadas como apartamentos turísticos, transformando su paisaje original hacia un perfil mas turístico con restaurantes y terrazas.
La plaza Machado dos Santos en Troino, también conocida como de la Fonte Nova, es el centro del barrio y un lugar muy solicitado, principalmente por su «churrasqueira» comunitaria (parrilla) que atrae a muchos vecinos. Alrededor de ella se concentran restaurantes con terrazas especializados en pescado como el «Miami». Y frente a el, la simpática tienda centenaria de ultramarinos Mercearia Confiança de Troino.
La Fortaleza de San Felipe
Este edificio renacentista de soberbia presencia, con forma de estrella y en lo alto de una colina fue construida en 1595 por Felipe II, en pleno periodo de la dominación española y que tuvo una doble función. Además de proteger a la ciudad de piratas e invasores ingleses y holandeses, permitía vigilar desde los alto la villa posibles revueltas.
Hoy es monumento histórico, y también un mirador privilegiado con cafetería desde donde contemplar toda la bahía de Setúbal y la península de Troia, accesible mediante un corto viaje en ferry que añade un toque de aventura a la visita. Tiene una preciosa capilla en azulejos policromados con escenas de la vida de S. Felipe.
Vínculo entre la naturaleza y la economía de la región
El Estuario del Sado es un ecosistema natural único, caracterizado por sus aguas poco profundas y una compleja red de pantanos salinos que se entretejen entre bosques de pinos. Este entorno privilegiado alberga una biodiversidad extraordinaria, refugio para numerosas especies de fauna silvestre, como las nutrias que aquí se encuentran como pez en el agua. Las aves zancudas, sobre todo la presencia de flamencos rosas, dan color y dinamismo al paisaje.
La actividad económica está estrechamente ligada a los recursos naturales. La producción de arroz, la pesca de estero y la ostricultura configuran el núcleo de las actividades productivas locales. Complementando este panorama, la extracción de resina de los pinos resineros permite la obtención de productos industriales como el aguarrás y la trementina, demostrando el vínculo entre la naturaleza y la economía de esta región
Excursiones por la región
- La Reserva Natural del Estuario del Sado es uno de los mayores atractivos naturales de la región,
donde disfrutar de excursiones en barco para avistar los delfines residentes. También puedes visitar explotaciones alentejanas como Herdade de Gâmbia, ejemplo de diversificación y producción sostenible en base a los recursos de un entorno espectacular. Esta empresa familiar se dedica desde 1917 a actividades agroforestales: Bosques de alcornoques, pinares piñoneros, viñedos y ganadería de vacuno y ovino. Ofrecen catas de vinos y realizan rutas de observación de aves.
2. Las playas como Portinho da Arrábida y Galapinhos, destacan por sus aguas cristalinas y arena dorada, protegidas por la imponente Sierra da Arrábida con sus quintas, sus fabricas de azulejos artesanales que se exportan a medio mundo, y los vinos de la región, especialmente el famoso Moscatel de Setúbal, perfecto para acompañar a los postres.
3. Alcácer do Sal, originalmente una importante ciudad romana, fue un importe enclave histórico que llegó a acuñar moneda propia. Bajo dominio musulmán, conservó su estructura de calles sinuosas que perduran hasta la actualidad. El castillo árabe, el elemento dominante del paisaje urbano, alberga hoy la Pousada D. Afonso II. La tradición cuenta que en la iglesia do Espirito Santo, con una destacable puerta manuelina, el rey D. Manuel se casó en 1500 con la infanta Maria de Aragón (4ª hija de los RRCC) . El Museo Arqueológico en su interior contiene objetos de diferentes épocas hallados en la zona.
4. La península de Troia en transbordador (la travesía dura 20 min.). Esta inmensa lengua de arena
fina bordeada de dunas y pinos semicierra el estuario del Sado. Ha sufrido importantes transformaciones turísticas, unas de mayor y menor fortuna, pero es un lugar precioso. Merece la pena conocer las ruinas romanas, vestigio de una ciudad romana de los siglos I al V d.C. donde se producían «garum» y salazones de pescado, muy extendido en la gastronomía romana.