Playas y Dunas, un Espacio Protegido
Costa Nova do Prado, más conocida como «Costa Nova», está asentada sobre una lengua de tierra de unos 5 km. de largo, paralela a la costa de Aveiro. Se le llamó Costa Nova para diferenciarlo de Costa Velha, la playa de San Jacinto (hoy un precioso parque dunar protegido al que llegas por ferry o barco) al otro lado de la ría de Aveiro.

Ría de Aveiro, con su canal de salida al océano, la playa de Barra a la derecha y la Reserva Natural de las Dunas de San Jacinto a la izquierda
Su formación fue debida a la sedimentación de arena aportada por los efectos combinados de las corrientes y el viento. Al este queda Aveiro y su gran ría de agua salada y al oeste el océano Atlántico.

Si vas en ferry a Sao Jacinto, desde Forte da Barra el viaje dura 15 minutos (3€ persona – 5 € coche i/v)
Ayer almacenes de pescadores, hoy tendencia
Este terreno deshabitado, formado por dunas y matorrales, no sufrió ningún cambio hasta que en 1808 se abrió la barra de arena para crear un canal; momento en que pescadores y labradores del litoral de las proximidades comenzaron a poblar este paisaje y construir las primeras barracas “palheiros”.
En sus orígenes, los “palheiros”, eran espacios inicialmente amplios y sin divisiones interiores, que se utilizaban para almacenar apeos y redes de pesca, almacenaje de sal y “moliço” (plantas acuáticas) e incluso como cobertizo para animales. Se levantaban elevados sobre el terreno sobre estacas, a modo de palafitos, para evitar la acumulación de arena de las dunas arrastradas por el viento.
Concebidos como construcciones de apoyo, el material empleado eran tablones de madera rescatados de pequeños astilleros próximos y cañizo enfoscado con barro.
De una manera natural, los pescadores de los cercanos Ovar e Ilhavo adoptaron estas barracas como residencias eventuales el tiempo que duraba la temporada de pesca, tabicándose para crear estancias, creándose así un entorno urbano a lo largo de la costa.
Posteriormente, con la evolución hacia «Xávega» (tipo de pesca de arrastre), los «palheiros» pasaron a ser ocupados de forma permanente y con carácter más residencial.
Costa Nova, Lugar de Moda
El auge económico del siglo XIX hizo que esta zona comenzara a desarrollarse y cuando a mediados de siglo hace su aparición el turismo y se pone de moda entre la burguesía el «ir de baños», los “palheiros” pierden su función original y cambian de propietarios, pasando a ser de otros que, con recursos económicos, viendo las potencialidades del entorno y su proximidad con Aveiro, contribuyeron a la evolución y desarrollo de Costa Nova como enclave turístico, convirtiendo estas casas en residencias estivales.
Se rehabilitaron unas, se levantaron otras, y las fachadas de las casas se pintaron en atractivos colores aportando al paseo una nota de color, a semejanza de los decorados “moliçeiros” que se deslizaban por la ría en busca unas de “moliço”. Se abasteció a Costa Nova de agua y luz, se abrieron comercios y en 1873 llegó el highlife con el primer teatro para el entretenimiento de los veraneantes.
De aquellos originales “palheiros”, solo queda en pie el del parlamentario José Estevão (quien trajo el ferrocarril a Aveiro), lugar de encuentro de políticos y escritores de la época. El escritor Eça de Queiroz, autor de «El crimen del Padre Amaro», la frecuentaba al ser amigo de uno de los hijos, ya que pasaba temporadas en casa de sus abuelos paternos en Verdemilho, a tan solo 13 km de aquí.
Hoy cuando llegas a Costa Nova, lo que te llama la atención sin duda son sus coloridas casas que se extienden entre dunas entre el Atlántico y la apacible ría de Aveiro. Al este las pequeñas calles están formadas por pequeños edificios de apartamentos de dos o tres altura. A nivel de calle no hay vistas sobre el mar, pero puedes sentir su presencia más allá de esta franja dunar. Y al oeste, están las casas más representativas: Villas con jardines y la imagen de marca de la Ría de Aveiro, “palheiros” de madera, bien mantenidos y cuidados, que aportan colorido y alegría a este lugar.
Primera linea de palheiros que dan a la ría de Aveiro. (Cortesía Ayto. Ilhavo)
El cambio al siglo XX trajo consigo la diversidad arquitectónica como se puede ver en las casas que aparecen en las fotos adjuntas, donde se observan criterios estilísticos, regionales y tipologías bien distintas.
[metaslider id=»2114″]
Disfrute de la Playa
Costa Nova vive básicamente del turismo que nutre sus playas los días de verano, y de negocios relacionados con la mar (comercio marítimo, agencias de navegación, piscifactorías, congelados, salazón, etc…)
Cuenta con dos grandes playas galardonadas con bandera azul, separadas por espigones de escollera, y comunicadas todas por unas pasarelas de madera que van sobre las dunas y permiten el paso de peatones del espacio urbano a la playa; respetando con ello la biodiversidad de la flora autóctona y fauna silvestre de este patrimonio natural.
Disponen de todos los servicios propios de una playa urbana (chiringuitos, duchas y wc,). Barra con un impresionante faro de 65 m de alto, y considerado uno de los 26 más altos del mundo, formada por construcciones modernas de apartamentos y restaurantes.
La playa más cerca del espigón (Praia do Farol) al contar con aguas más mansas, está más indicada para la chiquillería. La segunda es Costa Nova, próxima a la avenida José Estevão, más abierta y sin vigilancia a medida que te alejas de las zonas pobladas.
En general, las playas son de fuerte oleaje y el viento suele soplar fuerte. Sin duda alguna recomiendo llevar un paravientos, solución que te permite estar resguardado y protegido del viento.
Los encuentras en cualquier tienda de artículos de playa. ¡Solo de esta manera podrás permanecer en la playa cómodamente!
La parte de la ría con su Club de Vela, tiene una escuela para la práctica de cualquier deporte relacionado con el viento, y organiza regatas en distintas modalidades.
Gastro., Shopping
Lugares para comer hay de todo tipo y precio, y en casi todos «peixe fresco grelhado» (pescado a la brasa). Los amantes del mariscos y del arroz de marisco que apunten este nombre: “Canastra do Fidalgo”, un local con una agradable terraza, que cuenta con un buen servicio, y donde todo el género es excelente.
Si tienes ocasión, acércate al Mercado de Pescado (hacia la mitad de la avenida) que emplea a familias de pescadores, y donde tanto en fresco como en cocido encontrarás marisco de la zona: Ostras, percebes, buey de mar, langostinos y por supuesto bacalao, pulpo, pez espada, etc.
En las proximidades, tiendas de cerámica popular portuguesa se exponen a pie de calle, tiendas de souvenirs y pastelerías, hacen de este lugar un espacio muy concurrido.

Cerámica local
Con el estómago lleno, no es mala idea recorrer de punta a punta el margen de la ría, mientras saboreas unas tripas, el dulce tradicional autóctono de aquí. Las clásicas son de crema de yema dulce (con relleno de «ovo mole», el dulce de Aveiro) envuelta en una crepe, pero también las hay con nata, chocolate, etc…¡Excuso decirte como está!
Recorriendo la Costa
Y si quieres conocer otras playas fuera de Costa Nova, enfila por la Av. José Estevão en dirección sur, y coge la carretera M592 donde bordeando la ría, llegarás hasta Vagueira, una pequeña localidad de verano, que cuenta también con una gran playa. Al final del paseo que recorre la playa y en dirección sur, se encuentra «Casablanca«, un lounge bar, desde el cual podrás disfrutar de sus vistas privilegiadas mientras saboreas una copa desde su terraza, o contemplar a los surfistas tomando olas en la playa salvaje llena de dunas de Areão.
Llegados a la hora de comer, nada como ir a la “Marisqueira da Vagueira” frente al jardín infantil. Los pescados, el marisco a la plancha protagonizan la carta, junto con la caldeirada de marisco.
Y seguimos recorriendo la Rota da Luz, descubriendo nuevos lugares. !!Hasta pronto!!