Un mar de cultivos de frambuesas me rodean en un viaje por la costa del sudoeste alentejano, bordeando fincas de “pequenhos frutos vermelhos”, como se conocen aquí a las frambuesas. La verdad es que conducir por aquí una invitación para parar el coche y comprar un par de bandejas en el terreno. Comenzó a picarme la curiosidad por saber más acerca de cómo había ido a para la producción de esta deliciosa fruta en este recóndito lugar, que realmente es más de playa y surf que otra cosa.
¿Cómo llegan aquí las frambuesas?
La costa alentejana, a la que llaman la California de Europa no es el único lugar donde se cultivan las frambuesas en Portugal. La variedad de condiciones climáticas y del suelo luso, hacen que su producción se encuentre diseminada. El Algarve, pasando por la costa alentejana, Beira Litoral, subiendo por el Duero, hasta Tras-os-Montes y la región del Minho, son dónde las condiciones del clima y del suelo son únicas para la obtención de este tipo de plantas. La producción se destina tanto para el mercado interno como el externo, y para consumo fresco o congelado.
La frambuesa no nació en el campo alentejano, sino que la trajo Driscoll’s, el gigantes de la fruta americana, líder mundial en la producción de frutos rojos (fresas, frambuesas, moras, mirtilos).
Driscoll l desembarcó en Europa hace ya más de una década, Descubrieron este maravilloso oasis que es la costa del sudoeste alentejano, muy parecida a la costa californiana, y aquí se quedaron. Los primeros ensayos de esta especie se realizaron en 1985 y unos años más tarde ya estaban produciendo frambuesas. Aquí han creado «LusoMorango», un conglomerado que a modo de paraguas acoge a un elevado numero de productores locales portugueses.
Ayudas comunitarias a las frambuesas
La modernización de la horticultura se ha desarrollado en los últimos treinta años, gracias al ingreso de Portugal en la Unión Europea. Son ayudas y apoyos comunitarios de desarrollo rural que ayudan a los agricultores a dar los primeros pasos como los proyectos de PRODER y LEADER. Desde entonces se ha desarrollado de forma vigorosa el cultivo de la agricultura intensiva bajo plástico posicionándose de forma extraordinaria a nivel nacional e internacional, tanto en la recolección y comercialización, como en el número de hectáreas de esta codiciada fruta que cada día va a más.
Freguesias (parroquias) como Almograve, Zambujeira do Mar y Sao Teotonio concentran ya la mayor producción nacional intensiva de frambuesas. Los portugueses apenas llegan a consumir las que producen, por lo que se envían importantes cargamentos a Reino Unido, Países Bajos y nórdicos, donde son muy aficionados a esta fruta por sus propiedades saludables, y que ellos no son capaces de producir fuera de temporada debido a su déficit climático.
El mercado de frambuesas dinamiza la región
Aunque esta zona depende mucho del turismo rural y de naturaleza, gracias sobre todo al Parque Natural del Suroeste Alentejano y Costa Vicentina; han sido las frambuesas las que han logrado que la economía se haya intensificado en la región, representando un 30% de la economía local, por lo que habrá que tomarse en serio el sector agrario de la zona.
Aquí a los invernaderos de plásticos se les llama «estufas». Y al igual que en España, los horticultores locales contemplan esta agricultura intensiva como una oportunidad, ya que dinamiza la economía local, aporta dinámicas económicas y desarrollo al territorio.
De visita a una empresa de frambuesas
He tenido la oportunidad de visitar «Dom da Terra» en Almograve, una empresa de tipo familiar, ejemplo de esta nueva realidad. He disfrutado de la visita a las instalaciones y de las explicaciones dadas por Carla su gerente, que me ha mostrado el proceso de producción de las frambuesas. Cuenta con un almacén en la propia finca, que le permite acortar los tiempos de preparación de pedidos y así llegar antes a sus mercados.
La mano de obra bajo el mar de plásticos
Como en España, falta mano de obra nacional, y los jóvenes no aprecian el trabajo agrícola. Ello ha motivado la contratación de mano de obra extranjera, cubriendo así las necesidades del productor. La contratación en origen ha significado un cambio en el perfil sociológico de esta comarca. A modo de torre de Babel, las cuadrillas de trabajadores la componen nepalíes, tailandeses, indios y pakistaníes.
Funcionamiento de los macrotuneles de frambuesas
Es un trabajo sacrificado de sol a sol, bajo kilómetros de plásticos, que cubren la cosecha llamados «macrotuneles». La fruta de la radiación del sol como de las heladas se protege bajo estos túneles de plástico. El calor bajo ellos realmente se siente, lo que obliga a los trabajadores a beber unos 2,5 litros por jornada para no deshidratarse.
En el extremo de cada lineal de producción, se cuelga una botella perforada con una solución de liquido blanco que contiene un cebo dulce, mezcla de agua, azúcar y vinagre para acabar con las plagas de la minúscula mosca de la fruta. Es una forma rudimentaria que evita el tratamiento con repelentes químicos.
Polinización de la fruta
He probado sus frambuesas, realmente ricas que, por las características del cultivo, pueden comerse directamente del arbusto: Su polinización es natural con abejorros que viven en colmenas dentro de los invernaderos, y sus nutrientes le llegan mediante el uso de «fertirriego».
Cubiertos con pañuelos boca y cabeza, los trabajadores caminan lentamente entre las hileras, escogiendo las frambuesas rosadas y maduras. Por su delicadeza, no se permite la mecanización, siendo toda la recogida manual. Si cuesta separarlas del receptáculo, es que no valen. La recolección se realiza en diversas pasadas que se calcula en 3-4 días. dado el escalonamiento de la maduración.
Por supuesto existen problemas asociados a esta realidad como es la debilidad en la comunicación, en el paso de información sobre cómo deben realizarse las tareas, etc..» Pero el lenguaje de signos y que siempre hay alguien que conoce el inglés, facilita las cosas.
Refrigeración en cámaras
Bajo los plásticos, la frambuesa se selecciona y se envasan en pequeñas bandejas de 125 gr. No se las puede apilar en cajas ya que se aplastan. Y al ser una producción menor que las fresas por ejemplo, no pueden venderse en cajas de medio o un kilo; de modo que se presentan al consumidor en pequeños envases.
Tras esta primera fase, pasan a las cámaras de refrigeración a pie de cosecha. Aquí se enfría la fruta a una temperatura de 3ºC para que a las 2 ó 3 horas de cosechadas, pueda viajar hasta el destino final. Con ello se corta la maduración de la fruta para que aguante mejor sin perder calidad.
Cultivo de las frambuesas
Su escalonada maduración demanda bastante mano de obra estacional. Se suelen hacer tres cosechas al año, en primavera, de octubre a enero y otra de noviembre a julio. Esto genera en cada campaña agrícola empleo durante las tareas de recolección y envasado.
De media se suelen contratar unas 10-12 personas por hectárea, y la media de recolección ronda los 5 kilos por persona y día. Como norma, trabajan seis días a la semana, cobrando entre 700 y 800€ al mes.
Consumo de frambuesas al alza
«La calidad de los suelos y del agua y un clima atlántico muy adecuado (fresco en verano y suave en invierno) permiten una producción de gran calidad», dice la gerente. Además el estar a una hora de Lisboa con buenas conexiones en barco hacia el Reino Unido y a la red europea de autopistas, permite que lleguen a su destino en poco tiempo.
«Cerca del 50% de las frambuesas frescas consumidas en Europa se producen en Portugal, y la producción va en aumento, al existir una tendencia por la comida saludable y fresca».
Los frutos rojos son una de las apuestas más recientes en la agricultura, y de las más prometedoras. ¿La razón? La alta rentabilidad que se obtiene, al tiempo que se consigue producir elevadas cantidades por hectárea.
De las frutas exportadas, la pera Rocha es la reina junto con las naranjas del Algarve, aunque se está observando un incremento en los volúmenes de los frutos rojos, dominando las frambuesas la oferta de «berries». Así que la próxima vez que compres una cajita, dale la vuelta por si tuvieran su origen en estas tierras lusas!
Temporeros orientales que mantienen sus hábitos y tradiciones
Los trabajadores asiáticos suelen vivir en casas compartidas, donde el despertador colectivo suena a las seis de la mañana. A los siete, una furgoneta los viene a buscar, o se van andando o en bici si la explotación agrícola está cerca. La mayoría no tiene más de 25 años, y es gente que viene huyendo de la pobreza unos, y otros de las catástrofes naturales, como el terremoto de Nepal de 2015 que ocasionó 9.000 muertos.
Cuando terminan la jornada laboral matan el tiempo jugando al «sepak takraw», un deporte popular del sudeste asiático, parecido al voleibol y que sólo permite utilizar sus pies y la cabeza para tocar el balón. Otros se acercan a las playas, pasean o se juntan en algún restaurante nepalí como el sorprendente Restaurante «Mar Azul» en Almograve.
La gastronomía nepalí, conjuga influencias chinas y tibetanas, con ingredientes de la cocina india como sus especias que van desde el sabroso curry al azafrán que se añade al arroz basmati. Resultan deliciosos sus «momos», pequeñas empanadillas rellenas de carne o verdura que son el plato nacional.
Localización
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Donde comer
Restaurante Mar Azul : Rua Nossa Senhora Dos Navegantes Lote 15-D – Almograve. Tel 351 283 031 166
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05/06/2022 a las 22:57
Hola, quisiera informarme mas del tema para poder trabajar en esos cultivos, soy argentino y tengo 25 años !!