Hemos llegado a Sao Martinho do Porto por su gran mercadillo de antigüedades. La localidad es conocida por ser un pequeño pueblo vacacional de la llamada Costa de la Plata. Está a 13 km. de Nazaré y a 15 km. de Foz de Arelho.
Tiene una bonita bahía de 3 km de largo en forma de concha muy cerrada, que filtra el gran oleaje propio de las playas abiertas del Atlántico, lo cual la hace muy conveniente para niños. La playa, como todas las que he visitado por esta región, tiene unos simpáticos toldos multicolores y rayados, que puedes alquilar por unos 7€ el día completo.
Pequeño pueblo con un gran mercadillo
Esta «feirinha» se celebra cada cuarto domingo de cada mes desde las 8.00 de la mañana hasta la tarde. En cuanto a su ubicación, es preciosa. En el largo paseo marítimo, al borde de una amplia playa de arena. São Martinho do Porto también es un popular balneario, por lo que en los días de sol esplendido puede resultar difícil encontrar plaza de aparcamiento.
Este pequeño pueblo de la costa central portuguesa que acoge mucho visitante local, es vecino de otras localidades de mayor afluencia turística como Nazaré, Peniche y Ericeira.
Piezas vintage e insólitas
Por la mañana el Paseo Marítimo llamado Avenida Marginal, se transforma en una largo y tumultuoso mercadillo de antigüedades, que sorprende a los visitantes. Los vendedores van ocupando el espacio con mesitas de apoyo o cubriendo el suelo con grandes telas sobre las que exhiben sus piezas. Es un mercado perfecto para los que buscan piezas vintage y objeto insólitos.
A encontrar chollos por el Mercadillo!
De lo que más hay son piezas sueltas de vajilla de las celebres Sacavem o Vista Alegre, así como de piezas cerámicas de Bordallo Pinheiro. Esta zona (eje de Caldas de Rainha hasta Aveiro), rica en suelos arcillosos caolinicos, cuenta con un gran numero de fabricas de cerámica.
Las arcillas debidamente transformadas por la acción del calor y de las manos del artesano al horno o con moldes, se convierten en bonitas piezas. Se respira vidilla, ruido, desorden, tumulto, mezcla de locales y veraneantes, exceso de objetos.
Realmente este mercadillo es un lugar muy recomendado para amantes de piezas con algo de historia, recuerdos de la abuela o cazadores de gangas.
A comer sardinas
Después de recorrer exhaustivamente el mercadillo, hemos tomado una tonificante comida en la que sobresalieron unas almejas Bulhão Pato y unas sardinas asadas, que nos devolvieron a la vida !
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