El pueblo de Caminha, entre el mar y el estuario del río Miño, es la última localidad portuguesa antes de cruzar el río y entrar en España por A Guarda. Es una de las paradas del Camino de Santiago Portugués por la costa, lo que atrae muchos peregrinos y turistas, sobre todo gallegos, que vienen a pasar el día o a disfrutar de unos días de vacaciones.

Antecedentes históricos de Caminha

La privilegiada situación geográfica de Caminha, hizo de esta localidad un punto vital en la estrategia militar portuguesa en su lucha en el medievo Lucha de leoneses y castellanos y, posteriormente en la Guerra de Restauración.

Su puerto fue de gran importancia tanto fluvial como marítimo hasta que el tráfico más importante se desvió hacia Viana do Castelo en el siglo XVI, y hoy es la base del Ferry que cruza hasta la gallega A Guarda, en la orilla opuesta.

Plaza histórica de Caminha
La Torre del Reloj del siglo XVI es un monumento medieval en la muralla defensiva de Caminha

Recorrido por Caminha

El conjunto fortificado, el barrio histórico, la Torre del Reloj, la Iglesia de la Misericordia y la Casa dos Pitas, un palacete urbano del siglo XVII, son los puntos indispensables a seguir en tu itinerario cultural.

Restaurante de cocina portuguesa en Caminha
En la Rua Direita, encontrarás restaurantes con mucho encanto

La llamada «Vila» que recomiendo recorras con tranquilidad,  era la parte de la villa medieval íntimamente ligada al puerto y dependiente de la pesca, y dedicada a la navegación de cabotaje y al comercio marítimo de larga distancia. Caminha conserva gran parte de su trazado medieval intacto. Es especialmente llamativo el carácter ordenado de sus calles y las fachadas de algunas viviendas, algunas de ellas blasonadas. 

La plaza del Conselheiro Silva Torres, que por su tamaño refleja glorias pasadas, es el mejor lugar para tomarte un «cafezinho» con un pastel de nata o un Vinho Verde DO, variedad de vino de Portugal elaborado en el noroeste de Portugal.

Caminha, ciudad fronteriza con patrimonio cultural de nivel
Terrazas abiertas todo el día

Casa de Esteiró, una casona con solera

En mi escapada a Caminha me alojé en Casa de Esteiró, un ejemplo de arquitectura señorial del Alto Minho. Esta casa histórica nos ha ofrecido tranquilidad y una hospitalidad honesta y calurosa. Su ubicación en un barrio residencial, pero cercano al centro histórico y a las playas fue determinante para que me decantara por este alojamiento.

 casa con solera de granito en el miño portugués
Un frondoso jardín da la bienvenida a esta bonita vivienda

Orígenes de la casa señorial

Se desconoce la fecha de construcción exacta de Casa de Esteiró, aunque existen fuentes documentales que indican que el edificio ya estaba habitado a finales del siglo XVIII.

Salón de Casa de Esteiro lleno de recuerdos
Salón con distintos espacios, de techos altos y ventanas de guillotina

Por lo que parece, las zonas húmedas de la desembocadura del Miño albergaban importantes poblaciones de gansos y patos, unas sedentarias y otras migratorias, lo que convertía al rio en zona de caza, que creo que actualmente está prohibida.

La casa hizo las delicias de todos los cazadores y como finca de recreo en el siglo XIX para la familia Pita de Caminha, pasando luego a ser propiedad del Vizconde de Negrelos. Finalmente, fue comprada por el vizconde de Guilhomil, un antepasado del actual propietario.

Vitrina con objetos decorativos, recuerdos de viajes
Vitrina que alberga objetos decorativos, recuerdos y momentos

De pabellón de caza a alojamiento rural

La vivienda como casa rural nació del deseo de Doña María do Patrocinio, esposa del embajador D. José Peixoto de Villas-Boas, su actual dueño. Era su deseo compartir la tranquilidad del entorno y la belleza del Alto Miño, para lo que transformó la vivienda en uno de los primeros alojamientos rurales de Caminha.

Hoy mantiene el encanto de una antigua casona portuguesa con cuatro apartamentos en la propiedad. Los apartamentos se pueden ocupar por 2, 3 o 4 personas, tienen una cocina totalmente equipada con su menaje, ropa de cama y de baño, con wifi y parking gratuito.

Casa de Esteiró está decorada con los tesoros que la familia ha acumulado a lo largo de generaciones, recuerdos de viajes e historias pasadas, evocando a los «antiguos gabinetes de curiosidades». Y por si eso no fuera suficiente, una gran biblioteca repartida por toda la casa, con valiosos ejemplares de todo el mundo.

Cristaleria en casa de esteiro
Decorar con piezas de cristal es un juego de luces y colores

Alojamiento en un entorno idílico

El desayuno se sirve en el edificio principal, en un ambiente cálido y confortable, y en un entorno que manifiesta la nostalgia y la elegancia de las casas regias lusas. El diseño interior hace honor a la herencia portuguesa tradicional, con una imponente decoración acorde con la estética de la época.

Desayuno en Casa de Esteiró
Empezando el día en esta sala de magníficas antigüedades

Espejos, alfombras de Arraiolos, piezas de Vista Alegre, objetos de plata y cristalería junto con un sólido mobiliario, permiten a los huéspedes hacer realidad la fantasía de sentirse protagonista de alguna serie televisiva británica.

Casa de Esteiró ofrece además a sus huéspedes salas de lectura, una piscina exterior rodeada de tumbonas y un exuberante jardín que es un remanso de paz de formidable.

piscina en el jardin de la casa solariega
La piscina con tumbonas, rodeada de vegetación

Relajarse en el «Wild Garden»

El clima húmedo y el suelo fértil de esta región han hecho posible que crezcan en abundancia hortensias, camelias y laureles, que comparten espacio con macetas aquí y allá, tanques de agua, enrejados, setos y otros tantos árboles de diferentes especies, como eucaliptus y nogales. 

Fila india de macetas en esta casa solariega
Macetas frescas y coloridas colocadas frente al ventanal de una sala

Si a esto se le suma la disposición del jardín en casi libertad, al modo de William Morris, genio y precursor del estilo «Arts & Crafts», que proponía la teoría de un espacio menos domesticado y más salvaje, donde la intervención del jardinero fuera la mínima; nos encontramos en un jardín que cercado por un alto muro de mampostería de granito, parece «nacido de la tierra» y pensado para sentirlo y vivirlo.

Arbol de nogal, una planta tipica portuguesa
Un nogal de inmensas proporciones en la zona de la piscina exhala un intenso aroma cítrico

Las Playas y espacios naturales de Caminha

Casa de Esteiró está a solo cinco minutos a pie de la playa fluvial de la Foz del Río Miño (ideal para niños) y de la Playa de Camarido, a las que se llega por una cómoda pasarela de madera para la protección del entorno natural.

Pasarela pasando por dunas y pinos camino de la playa portuguesa de Camrido en Caminha
Pasarela para preservar el entono natural. Playa de Camarido

Sus largas playas de arena blanca respaldadas por dunas, se encuentran entre el bosque mediterráneo de pinos de Camarido y el Océano Atlántico.

Frente a la costa hay una pequeña isla rocosa con una construcción militar: Se trata del Fuerte de Insua, al que se accede en barco. Muy de vez en cuando, cuando la marea está muy baja, se forman bancos de arena en los que se puede ir a pie con el agua hasta las rodillas.

Playa de Camarido en Caminha
Playas inmensas de arena blanca

Pero resulta más cómodo alquilar los servicios de un barquero que te lleva en un motora hasta allá, mientras te va contando la historia de esta fortaleza que sirvió para defender la costa portuguesa de los españoles durante la Guerra de la Restauración.

PLAYA LUSA MIRANDO A A GUARDA
Playa de Camarido con el Monte de Santa Tecla, A Guarda de fondo

En suma, su situación privilegiada, su facilidad de acceso y su entorno en la naturaleza, convierten a este alojamiento rural en un destino perfecto para una escapada. ¿Y los alrededores? Viana do Castelo, Vila Nova de Cerveira, Afife, Praia de Ancora… aunque solo sea citarlas.

Coordenadas de Contacto de Casa de Esteiró (Caminha)

Casa de Esteiró, Rua do Pombal | Vilarelho | Caminha

Tel. 00351 914 933 493